El Tren de la Poesía
Me piden
lleve el “tren de la poesía”
a mi Patria
a los confines de mi existencia
gritar que ya basta
una protesta
un algo que levante la voz
contra todo lo que sea terror
París Teherán Costa de Marfil
Congo Siria Bruselas.
Levantar la voz
es hurgar en la inacción
de los que viven
sin gritar el dolor ajeno
es no pasear los laberintos
de los seres vivos
en los cementerios
los inocentes encarcelados
o los niños
que como ratas inmundas
pueblan las alcantarillas
de cualquier ciudad.
¡Todos estigmatizados!
¿Por quiénes?
Encapuchados sociales
que nadie ve
corrompen, roban, matan.
Nosotros
vagamos las calles
como fantasmas que todos ven
proyectando
la ilusión del anonimato
justificando
la inercia social.
Atrapada
Un golpe
un vuelo
un vuelco
una caída
quebrada.
El tiempo se detiene.
Penetro un mundo etéreo
fantasía mental
otra mirada
un mal sueño
querer despertar
borrar la visión interior
latido del silencio
cuando cesa todo movimiento
y observas el camino
atrapada
en el cuerpo.
Veinticuatro Horas
Me miré en aquellos ojos
Insondables
Penetré en su mundo de silencio
pedía a gritos
no le dejara
sucumbí a escuchar los susurros
inventados en mi ser
sentí el roce
de la demasiada ternura
desperté
mi universo dormido
para entregar esencia
recibí
polvo de estrellas
en la penumbra
y supe despertar el amor
que en veinticuatro horas
me devolvió a la vida.
Quiero Volar
Quiero volar al infinito
desde los nevados picachos
a través de las nubes
sentir la humedad en el rostro
cruzar vientos de tormenta aplacada
palpar el desafío de la naturaleza
que puede lanzarme a pedregales
vivir la libertad del cóndor
sobre un mundo que no necesita rescate.
Quiero volar al infinito
sentir que nada hace falta
con esa libertad de soledad
majestuosamente voluntaria
acompañada del grandor
que otorga la naturaleza.
Quiero alejarme de todos
olvidar lo cotidiano
urdir mi vuelo más lejano
dejar atrás la noción de que he amado
quiero volar y escuchar el silencio del vuelo
para olvidar
mientras vivo de los recuerdos.
Me piensa
Me piensa piedra dura, inquebrantable
me baña limo, resbala
me baña río, agua mutable
me abandona para vivir mares.
Me deja presa de arena
al final de su cauce
Me piensa piedra
y soy luz que se cuela en manantiales.
Me cree fuerte y soy fiera herida
en el valle que descansa
en el frescor de sus aguas
voluntarias
desniveles que me bañan.
Me piensa piedra
me piensa arraigada
¿Me piensa?
Damas de la Noche
Trascendida por la realidad
hoy, Madrid me sabe a lágrima
imantada en el dolor
cae la noche
desde mi ventana del Meliá
veo aparecer
las damas de la noche
tristes
sonreídas
tiritando de frío
proyectando vuelos imaginarios
yo, una sombra en el encuadrado
de una ventana entre mil
testimoniando
su falsa verdad.
Quebrada mujer
Yo, quebrada
riachuelo que se pierde en medio de la
montaña
escondida bajo el follaje, entre alimañas y
piedras
esperaba, quien mi corriente disfrutara.
Te acercaste tú, hombre solitario
te posaste a mi orilla
tus manos acariciaban mi costado
yo enmudecida, no permití que mis aguas
crecieran
y olvidaras que en ese rincón de selva
existía, plácida, dormida.
Siempre, a la misma hora sentado a mi orilla
escuchaba el latido interno
el lamento sordo de mirada perdida
en mis aguas estancadas
rostro de nombre secreto
despertabas mis claros de luna
deseaba penetraras mis aguas
para lamerte el cuerpo, con mi corriente
cristalina
pero te marchabas y quedaba sumida.
Un día tú, hombre tímido, te desnudabas
se agitaron mis aguas cuando penetrabas mi
mundo
y crecí bravía deseando ser río
te arrastré en mi corriente sintiéndote nadar
mis adentros
me moldeaban tus manos, respirabas por mis
poros
y sólo aquel paraje del bosque conoció
como las aguas de una quebrada
se convierten en río y se desbordan.
Desafío
Torero
te juegas con la vida
tienes la confianza del que desafía
su suerte.
He visto tu rostro seguro
tu capa abandonada
cuando de rodillas
tocando su frente
retas la bestia.
Te aclaman blancos pañuelos
todo es felicidad
mientras el alma
llena de miedo
aún te reclama.
Es Cierto
Dios Mío
si es cierto que estás ahí
dentro de mí
que vives en esa profundidad
de mi mundo interior
que siempre me acompañas
que no estás allá, lejos
perdido en un punto del universo
esperando por mí
para recibirme cuando parta
si estás y eres un solo ser
atado al mío
entonces Señor
¡Qué solos andamos los dos!
Quien Ama, vuela
Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. EL cielo se eleva. El aire mueve.
Miguel Hernández
Vuelo de libertad el que aún reclamas
en las voces de los que hoy
Te aclaman
te cantan
Libertad del pensamiento que se remonta
a otras esferas
otros tiempos
Más nobles tal vez
que las que te cubrieron de dolor.
¿Qué hice para que pusieran
a mi vida tanta cárcel?
Cárcel
que no pudo detener el vuelo de los sentimientos
que defendieron tu sendero
con la fuerza de la expresión.
Tu vida se sesgó
demasiado pronto
para que sintieras
El alcance de la palabra escrita
en la oscuridad de tus días
en el clamor de tu alma
en la semilla que se siembra
sin importar dónde germina.
Así como escribió el poeta Francisco Matos Paoli
quien como tú
fue privado por años de la libertad:
“Alguien desea ardientemente acortarme las alas,
seccionarme en el objeto desnudo,
volcarme en la refriega del que empieza siempre
a no interpretar”…
¿Quién puede alejar el amor a la Patria
los ideales
sin expresar una rebeldía personal
con toda la ardentía de la vibración poética?
Tu vida es aún ese pasado
que crece en el futuro
y nos hace sentir
la condición de pájaro que ama y vuela
en la herencia que dejas
esa tu voz
sube a los montes y truena
desde entonces y para siempre.
Caen las Hojas
Caen las hojas lentamente
una
se detiene a mis pies
la tomo en mi mano para guardarla
recuerdo de un otoño en Madrid.
Salimos de una tasca cualquiera de la ciudad
risas
algarabía
bulerías
amigos disfrutando la noche.
Casi con premura cruzábamos la calle
tenía que partir al otro día
sobrevolar el mar para el regreso
a la salida del metro
me despedí
nostalgia presentida
amanecía al acercarme al hotel.
Un camión se detuvo delante
dos puertas enormes se abrieron
asustada me paralicé
fuerte presagio inundó mi alma
algo no andaba bien.
Entonces las vi
las bajaban del camión
mujeres a las que les colocaban en brazos
niños inertes que no protestaban
niños que no lloraban
muñecos enajenados
narcotizados
parecía un acto normal
comienzo de una nueva jornada.
Ante mis ojos pasaban
mendigos silentes
indefensos.
Imantada a la pared de un edificio
Impotente
asustada
sentí la luz del nuevo día
iluminar la escena
cubierta por sombras
tinieblas que a la luz del día
causan
un rubor Infinito.
Siguen cayendo las hojas.
Tu Ausencia
Las imágenes de tu ser
me iluminan
irrumpen mis espacios
te presiento cerca
obsesión de tenerte
cuando estás lejos.
En esta noche en que te pienso
se hace nuevo el lenguaje
aprendido en tu piel
invento nuevas maneras
de amar
con fuerza incontenible
tu recuerdo excita mi ansiedad
para albergar tu ausencia.
En Vuelo
Me falta el aire ésta noche
casi no puedo respirar en éste tubo de acero
que me lleva a remontar alturas insostenibles
cuarenta y un mil pies de altura.
La cabeza late
duele
tan corto el tiempo para el descanso
en éstos vuelos de largas horas
donde todos duermen
como cadáveres insepultos.
Bocas abiertas
brazos
piernas tendidas en los pasillos
niños que abandonan durmiendo en un piso
lleno de bacterias
de suciedad que recorre el mundo
olvidan que es un sito público.
Aves de metal que viajan y viajan
sin descanso
sin tiempo para ser desinfectadas.
¿Qué lugares habrán recorrido los pies
que antes pisaron esa alfombra
donde una criatura inocente
duerme indefensa?
Miro por la ventana
todo está tan oscuro
casi no se ven las luces en el firmamento
tal vez estemos cruzando
esa zona de amazonas
desde todos los confines impenetrable
donde aún no te lastiman
donde dejan que tu pureza sea la que hable
tus ríos caudalosos todavía dan agua pura
no te golpean con botellas el rostro
no te arrancan los hijos árboles
de tus entrañas
virgen en tu esencia
te estamos matando poco a poco
tu queja se siente por todos los confines.
Ayer
mientras caminaba las calles de Buenos Aires
vi el manto gris de las cenizas
no son nubes de invierno que cubren el firmamento
eres tú
que después de tantos años de silencio
haces que tu Puyehue dé quejas
que circulan al Planeta
has sido tan paciente
con nuestros abusos
con nuestra vana necesidad de violarte
una y otra vez
no hemos sabido cuidarte
aún creemos que eres indestructible
y hoy
que casi no respiro
en este denso aire
comprendo
y me disculpo
Tierra Madre.
Milagros Inexplicables
Te veo en distancia
como en escena cinematográfica
tu respiración cerca
en este pensamiento
que no logra apartarme de ti
veo tu sonrisa
la de siempre
profundos ojos hablan
de vivencias
amortiguadas por el tiempo
vida plena
experiencias que hago mías
el amor a la tierra que haces tuyo
aire desde el norte sopla
con visos de brisa fresca.
Vivo esa vida que no compartí
como adivina que se cuela en el ser
el latir de tu cuerpo
corazón desbocado
para amar intensamente.
Siento como la mujer que te recibe
arrastrándome a tu mundo de placer desconocido
despierto a la vida que me privó tenerte
esclavizándome
a buscarte en cada cuerpo
en que me perdí
sabiéndote más allá
acrecentando la espera
en mi mundo interior
sueños inventados
hambrienta al saber
que aquella mi emoción de niña-mujer
despertó
con aquel primer beso de amor
que no trascendió.
Percepciones sensoriales
se expanden por todas las edades
latidos de vida
milagros inexplicables
estar para siempre en el centro de la llama.
Dardos
Acostada sobre la cama
veo al Cristo negro reflejado en el espejo
un Cristo forjado por manos blancas
artesanas de dedos mágicos
entes desfigurados que marcan su estilo
nunca antes lo miré con detenimiento
un Cristo que solo adornaba la pared
recuerdo de los montes andinos
tal vez lo noto hoy
porque quisiera escuchar
nanas cantadas solo para mí
será que tengo nostalgia de las de mi madre
no las recuerdo
falla la memoria
o era tal vez demasiado pequeña para retenerlas
hoy las necesito
las siento en esa distancia que tanto reclamo
nos acerca
ella
me acaricia
calma
la escucho
desbordo en lágrimas por esta soledad
que por primera vez me agobia
por este cuerpo que hoy
me declara una vez más la guerra
por ésta batalla que venceré
que acuchilla
como miles de dardos lanzados en la penumbra
sin saber a qué corazón
lastiman.