¡ATREVIDOS!
¡Atrevidos!, ¡confabulados!, ¡insidiosos!,
¿Cómo os atrevéis
a poner en tela de juicio al poeta?
¿Por qué decís que solo enamoro por mi talento
de regalar en versos mis sentires?
¿Por qué arremetéis alegando que soy falso y mentiroso
y que engaño con palabras cual rosas
que brotan de mi edulcorada boca?
¿No veis que confundís el arte del virtuoso
llamando de plebeyo al rey
confundiendo vosotros números con letras?.
En vez de recordarme en monumento
pretendéis denigrarme en mis decires
sin asumir que el poeta hace su nido
no en árbol hueco sino en dura roca.
AMOR A DESTIEMPO
Recién llego de las profundidades.
Buceé en lo oculto, en el abismo mismo,
allí donde sucumben las realidades
y se hacen reales los misticismos.
Acabo de arribar de ese submundo
aún con el frío adherido al cuerpo,
encandilado por venir de lo profundo
llorando por vivir lo infeliz e incierto.
Es que nada se compara a lo que duele;
saberse no amado por quien se ama,
pero no es ese desamor quien más suele
venir cuando uno al dolor lo llama…
Una gota de sangre del corazón me sangra
y en ella mojo mi enigmática pluma,
escribo sobre la angustia que me desangra
como se desangra en nube roja al aparecer la luna.
Una poesía olvidada, quizás un perdido soneto,
el sonido de un clarinete tocando retirada,
la revelación del más recóndito y repudiable secreto…
no sé que es peor, eso o el ¡no! de mi amada.
Pasarán siglos, milenios, morirá el tiempo
por gastado y viejo junto al crudo invierno,
empero seguirá mi dolor por amar a destiempo,
condenado a vivir sin estar un segundo cuerdo.
Adiós sueño. Hasta siempre deseo inconfeso.
No me tendrán como pueril actor de reparto.
Acato mi condena de seguir eternamente preso
de este desamor que a mi corazón lo tiene harto.
AQUÍ ESTOY…UN POCO POETA Y OTRO POCO LOCO.
¡Sois un loco!
Decís cosas que son mentiras.
Que la luna te habla
y que tú le hablas al mar…
Que los picaflores no liban,
le hacen el amor a las rosas…
Que el tiempo, el espacio,
son meros instrumentos
en tus poesías y en tus prosas…
Decidme si no es de locos
que te desvista el viento
y enseguida te arrope el sol…
Si hasta las aves y los peces
en tu alocada fantasía
son amantes de alma y corazón…
¿Y las flores?... tiernos seres pensantes…
¡No!, tú no eres poeta, eres un loco,
un “escritorcillo” delirante
que ni un mínimo de atención merece…
………………………………..
¡Está bien!....acepto la crítica,
soy falso, mentiroso y soñador,
enamorado de la luna y del sol,
de las flores, de los peces y de las aves,
en mis versos sucumben las leyes de física
y mi imaginación es la única llave
que abre el cofre de la ilusión…
Pero…¿qué de vos y de mi, sin sueños?,
¿qué de todos si no hablaran las flores?
¡Qué monótono el mundo
sin los eternos amores
de la luna y el sol,
de la montaña y el mar,
del cielo y de las nubes!
¡Qué de seres aburridos, taciturnos
seríamos sin la presencia de poetas
que pintan con distintos colores
las noches y los días,
y llenan de fragancias de flores
tanto a la triste poesía
como a la más alegre prosa!
¡Llámame orate, loco, desquiciado,
incluso manipulador frío de la fantasía…
Castígame cual juez injusto, inclemente,
que yo igual seguiré enamorado
del susurro mágico de los pájaros
contándome los secretos de sus andanzas,
y continuaré siendo el receptor silente
de la conversación de mi amigo el río
corriendo ansioso a los protectores brazos
del fresco y apacible remanso…
¡No quiero travestidas alabanzas,
ni compasivos elogios, ni nada,
sólo pretendo llenar mis propios vacíos
con el bendito favor de las letras,
aunque tú, crítico impiadoso,
no me llames poeta y me llames loco…!
A DON MARIO BENEDETTI
“El olvido siempre tiene memoria”;
decía el gran poeta Don Mario
dedicándole un fértil poemario
al cruel olvido y a su historia.
Y es verdad, el ominoso olvido
como antítesis del fugaz recuerdo
va llegando disimulado, lerdo,
ocultando lo que no se ha ido.
Pero el olvido falla y olvida
que debe siempre olvidar lo vivido
y como rayo en cielo gris dormido
nos revive paisajes añejos de la vida.
El olvido es humano y es mortal
y como tal también enferma, muere,
cuando el recuerdo regresando quiere
evocar lo que estuvo bien o mal…
El olvido tiene memoria larga
y no se oculta en un tramposo disfraz,
es mas bien el arma puntual, sagaz,
con el cual evadimos la carga…
Son buenos los “olvidos selectivos”
que recuerdan sólo lo mágico,
sepultan aquello que fue trágico
y despiertan lo más bello dormido…
A LA DERIVA
Ansío perderme
en el azul intenso
de tus ojos de vida,
y navegar
en los sones de un adagio
por mares y cielos
sin velamen ni alas,
en eterna deriva
en infinito naufragio…
CONOCERTE QUERÍA
Conocerte quería,
como se quiere conocer el sol,
vivir la vida…
Conocerte quería y beber de ti
la magia del amor,
la hipnosis de la poesía,
desterrar lo de “amiga”…
Tanto conocerte quería
que el tiempo se hizo prisa,
las palabras viento,
los dedos ermitaños
exploradores vaga-mundos,
las miradas vacías
y el esbozo de una risa...
Que traidor el tiempo
que no minimizó el daño
al llevarnos a ese otro mundo
de amores buscados,
de bocas sedientas, de latidos alocados
por quererlo todo sin tenerlo claro,
de tactos trasnochados
en ventanas abiertas,
y de un lado y del otro lado
ojos ajenos como el dos de oro,
todos mirando
como dioses y jueces,
gesticulando…
y tú y yo sin miedo,
jugados
al encanto de las caricias
y de los besos,
de las risas nerviosas,
de las palabras justas,
del “quiero” aunque me arrepienta…
TU SEXO
Humedad y misterio,
atracción incontenible,
placer indescifrable,
infinito y eterno magisterio
de final inevitable
y disfrute intransferible…
CASI LO ALCANZO EN SUEÑOS
Extiendo mis manos en el sueño profundo
y casi lo alcanzo…
(Quiero saberte “niño”, niño, sentirte humano).
En mi sueño te hablo
con los gestos de nuestro mundo,
te saludo, te sonrío,
pero en ti solo nace el llanto…
En el sueño grito que te quiero,
que ansío abrazarte, alzarte alto
para que te sientas niño
y no hombre forzado…
Tus manos sucias, tus pies descalzos,
tu cara seria, tus ojos llorando,
así te encuentro en mi triste sueño…
(Soñando, niño, casi te alcanzo
pero vacías quedaron mis manos).
Niño hambreado, esclavo sin dueño,
giras y giras en la noria de los tiempos
y gime tu cuerpecito durmiendo sobre piedras…
(Sé que tus ratos de esperanza son efímeros
esperando por un Dios que está demorando)…
Mi sueño entre lágrimas se desvanece
y mi alma, despertando, aterrada tiembla…
¡Estuve tan cerca, tan cerca y no pude tocarlo!...
CASI PERFECTO
Acaricié primero la copa de vino,
luego vino tu cuerpo a mis caricias,
y entre vino, copa, caricias y cuerpos
hallé el bálsamo de lo casi perfecto…
UN RAPTO DE LOCURA
Como un pájaro sin alas,
un niño sin sueños,
un drama sin pausas,
un amor sin dueño,
a la deriva,
al borde del mismo cielo,
como un río sin agua,
una mujer sin nombre
y sin alma, así, como un camino
sin puntos cardinales
que me llamen o me expulsen,
así mismo late mi sentir,
vagando por infinitos fríos,
por montañas sin alturas,
por campos sin verdes,
por cielos sin misterios…
Sólo me queda maldecir,
me resta la locura
como compañera fiel de siempre,
y me sobran los vacíos
inertes,
huecos, negros,
llenos de silencios…
Más acá me lacera el tiempo
cual zarpazo justo del destino,
más allá soy marioneta
sin figura, sin contorno, sin hilos…
Otros,
dioses devenidos en siervos,
auto-proclamados profetas
me zarandean, como si papel fuera
y como si la poesía, ¡ésta poesía!
pecase de obsoleta y vacía de verbos…
GENOVEVA BATISTA (Poetisa uruguaya)
Rubíes, cantos, luz de luna,
como susurros floridos
emergen de tu pluma
cual añorada ilusión de epifanía,
y entre barcarolas y sirenas,
amores, como camalotes,
con sus raíces en el agua
confluyen a hacer realidad
el verbo de tu poesía…
Como no esperar Genoveva tus versos,
como no ansiar tu magia de poeta,
como no pretender capturar tus suspiros
si en ti nace y muere el universo
cada vez que tu alma le dicta a tu mente letras…
¡A flor de agua germinarán las metáforas orondas!
¡A ras del río se juntaran tus poesías y las mías!
Y más acá o más allá formaremos la mágica ronda
donde la realidad, vencida, deja su lugar a la fantasía…
YO SÓLO QUIERO…
Quiero que la noche se quede sin sus madrugadas,
y las albas, eternas y blancas, sin sus lúgubres ocasos.
Quiero que los vientos no tengan molinos a su paso,
ni los lagos sus aguas negras, tristes y estancadas…
Quiero las letras libres, volando, presuntuosas, osadas,
y los pensamientos como eslabones engarzados, infinitos.
Quiero en tu boca una sonrisa fresca azuzando mi apetito,
y mi sed, por tu ausencia milenaria mil veces aumentada…
Quiero en mi jardín al blanco clavel y a tu rosa rosa
para transformar en imaginación tu presencia vana, ilusa.
Quiero de ti tu figura aún etérea, invisible y difusa
para sentirte al fin, musa real de mis poesías y de mis prosas…
MI VIDA EN TREINTA PALABRAS
Hoy, ayer, mañana,
vengo, voy, vuelvo,
siempre, nunca, quizás,
amo, sufro, río,
hablo, escucho, pienso,
recuerdo, lloro, existo,
despierto, sueño, pido,
quiero, susurro, callo,
perdono, acaricio, beso,
leo, canto, escribo…
LA DANZA DE LOS AMANTES
Suave se mecía
la luna en la laguna…
una vez más renacía
el idilio eterno,
luz y agua,
reflejo y eco,
murmullo y silencio.
Sólo alguna nube blanca,
atrevida e inoportuna
oscurecía la luz,
y sin su luna
se convulsionaba en olitas el agua
cargando su propia cruz.
Los amantes seductores
volvían luego a juntarse,
luna y agua, agua y luna,
eternos, sin misterios y sin tiempos,
sin secretos y sin miedos,
amándose sus almas
mecidas por el viento,
inducidos por la danza del reflejo
que concluye recién al alba
cuando la luna ya no se mira en su amante espejo…
LABERINTO
¿Cuál será mi fosa
cuando sólo mis huesos sean
los ocupantes de la huesa
y ya ni mis huellas
estén tatuadas en la hoya?
Miraré fuera del hoyo si huyo
con mi alma en hueca estampida
y de la oscura hundida
sólo quedará el huyuyu.
Y mi necesidad de vida
buscará ávido el hontanar
aunque por ello deba horadar
la razón de la sin razón habida.
Aún carente de hato
y con abundancia de hastío
procuraré llegar al hatajo
para sentirme acompañado un rato.
LLEGÓ PARA QUEDARSE
El espiral dulce, sensual y cálido
emergió incontenible de mis adentros,
para ser luego torbellino envolvente,
(desconocido sentimiento mágico
que sacudió mis duros cimientos)…
¡Remolinos!, ¡remolinos en mi centro!
¿Mariposas?. ¡No!, gaviotas aleteando en mi vientre.
Rosas suaves y tersas sus manos,
libando como picaflores mis dedos,
mis ojos, mantas de terciopelo
abrigando su desnudez sugerente…
¿Y mi boca?...mi boca fue el verano
que hizo arder de fiebre su frente.
Las palabras de amor nacieron muertas,
(¿para qué decirlas si son indiferentes
al idioma que hablan nuestros cuerpos?).
¿Un beso como despedida, un “hasta la vuelta”?
¡imposible!., fueron más de mil besos,
ríos de besos, feliz torrente
que llegó ayer a la noche para quedarse siempre…
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