1. BREVÍSIMA CANCIONELA AL CANTOR
2. LA HERIDA CLARA
3. MEDITACIÓN EN MAZMÚLLAR
4. SUEÑOS DE LA ALMIJARA
5. LAS USADAS
6. PROVERBIO DE LA ALGARROBA
7. SI ALCANZARA A DETENER EL TIEMPO
8. QUISIERA QUE LLEGARA SIEMPRE DÓCIL
9.
10.
BREVÍSIMA CANCIONELA AL CANTOR
…desprendiéndose suave,
como los aires, terco.
Inocente en su álabe,
¿quién, arrullado y clueco,
permanece, azabache,
pardo y dorado, ebrio
bajo un sol de jarabe
altivo? Casi quieto,
casi adorno del álabe,
casi arrullo del viento.
(Del libro «Animal de mediodía»)
LA HERIDA CLARA
¡No mires, mejor vete!
Escuece la herida clara.
¡No mires, mejor vete!
Sangre oscura derrama.
¡No mires, mejor vete!
La dulce vida se para.
¡No mires, mejor vete!
Nace el frío y desgaja.
¡No mires, mejor vete!
La carne tibia brama.
¡No mires, mejor vete!
Yace bajo la luna baja.
¡No mires, mejor vete!
La dulce muerte separa.
¡No mires, mejor vete!
Sangre oscura derrama.
¡No mires, mejor vete!
Escuece la herida clara.
(Del libro «Animal de mediodía»)
MEDITACIÓN EN MAZMÚLLAR
estas lomas torcaces hombros desnudos
donde pacen los días y roznan
piedras como chuscos
o tiempo nube tardía sombra
cachorro hambriento y mudo
frente por frente hecho una torva
cae no sigue su curso
todo lo asalta todo lo colma
nada jamás sin embargo lo detuvo
la duda es una alondra
acequia seca alferecía muro
los días tropiezan en tromba
tanto sucede tanto pronuncio
sólo a solas la soledad asola
y sin embargo aquí aún te intuyo
braciabierto encorvado ausente
mudo como viejos muslos
criatura sin destino ni casta
cerrado vientre surco
o habitado contorno que se vence
ante esta cordillera descalza
sin cautela permanece
como un dios sin rumbo
sin sombra sin esperanza
y sea la vida quien al tiempo reste
como la yerba última de las entrañas
nuestro dolor es dulce amanece
una alondra desollada
este corazón este
silencio que siempre me arrastra
la almagra nocturna yende
y colma lazos de amapolas nada
el hueso florece
la muerte verdad extraña…
(Del libro «Sombra Injerto Himno»)
SUEÑOS DE LA ALMIJARA
tread softly because you tread on my dreams
— William Butler Yeats
II
Entre ronda y ronda,
ronda pardo y canela,
muda el oro y el zaino
buscando la tibieza.
De hito en hito, todo ojos,
tranquilo y mirada espesa.
¡Prisionero en su cumbre!
¡Prisionero en su cabeza!
Harto de sol, el bronce
teme por su presencia;
preso donde no crece
la maleza. Recuerda
cómo mes a mes brota
y trisca un dolor sin tregua.
Animal de otro tiempo,
decoración de la piedra.
(Del libro «Animal de mediodía»)
LAS USADAS
a la patria que habito y me ciñe
Oscura, no caída,
entre ábregos acorde;
mientras pace entre prunas,
se anhela sobre cumbres.
Y cuando bieldan a zocas la parva,
y su caricia doma
el lloro de la cepa,
se precipita al aire
y en el aire mismo se trenza.
Se afrenta a los ciscos
donde cernada queda
y entre mieles y pámpanos
la luz se deshace como la cera;
un celemín de grano,
molido como una alheña,
a pulzas y zaritas
busca barro y albenda.
Resuena en sus lindes
baja por el azarbe y enhebra
la garganta del búcaro
con el remanso y la trasiega
¡vientre de níspero, corral del agua!
Cuando el tanino curte la ternera,
entre manos cautiva
y de cordeles presa,
amaranto y bermejo
con encendido envero nos gobiernan:
hacen del amo, siervo;
en alcatifa y a espuertas
les bautiza su almizcle
como la lluvia bautiza el alféizar.
(Del libro «Animal de mediodía»)
PROVERBIO DE LA ALGARROBA
á¼κ τοῦ καρποῦ τὸ δÎνδρον γιγνÏσκω (Por el fruto se conoce el árbol)
Medra en los dorsos del alarde:
mastica el tiempo, y el polvo, y calla.
No se alcorza de arrope
ni el mismo luto lo acicala;
nadie lo ciñe ni lo cerca,
nadie ordeña su rama
de olvidada flor masculina
que brota sobre los troncos y estalla.
No colmará lebrillo ni alacena;
otorga sombra, y hambre apelmazada.
Como aquel himno; como aquella sombra
de broza y yesca, sola y monda, marca
secas albarizas, filos agraces
de cardos ocres y borrajas zarcas.
Indócil, se amamanta del olvido;
su carne no conoce la tarama;
ni sacia al macho pardo
que ronda como luz descontrolada.
Sin reblar, sin ceder al desaliento,
sus álabes oscuros se azarandan
con perfume bravío y piel de acerbo.
Y como quién hoza materia parva
y halla el sabor perdido de otro tiempo;
espera un tierno septiembre que tarda
donde habitan pájaros ciegos.
(Del libro «Sombra Injerto Himno»)
SI ALCANZARA A DETENER EL TIEMPO
Si alcanzara a detener el tiempo
a los pies de su figura descalza
como el levante detiene el vuelo
de la gaviota, su sombra y su ala.
Si alcanzara a detener su vuelo:
amainar su fuerza, hasta dejarla
como un cuerpo tendido; en suspenso
de sí mismo, en su propia luz clara.
(Del libro inédito «Cuartetos de Paomé»)
QUISIERA QUE LLEGARA SIEMPRE DÓCIL
Quisiera que llegara siempre dócil,
ternura en ristre, dulce, sin recelo;
abriéndose en caricias, no desnuda
como la sangre mansa o como el tiempo…
Quisiera que llegara siempre dócil,
tranquila, a ras de calma, y sin miedo;
hasta que su presencia me deshaga
suave, como se deshacen los sueños.
(Del libro inédito «Cuartetos de Paomé»)
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